La Nutrigenómica estudia la influencia positiva o negativa de los alimentos en la expresión de nuestros genes, teniendo en cuenta la discordancia que existe entre nuestro genoma y el cambio que ha sufrido nuestra alimentación y nuestro estilo de vida en las últimas décadas. Esta discrepancia ha provocado la aparición de diversas patologías que son cada vez más habituales entre la población, como son las intolerancias alimentarias, la obesidad, la diabetes tipo II, las enfermedades
cardiovasculares, las enfermedades autoinmunes, etc.

Gracias a la aplicación de la Nutrigenómica o Nutrición Clínica, podemos acelerar el proceso de curación de cualquier patología o lesión. Utilizaremos “la alimentación como medicina”, modificando la dieta en función de cada paciente y de la patología que presente en el momento de la consulta (lesiones musculoesqueléticas y/o viscerales), hasta llegar a conseguir una alimentación basada en la dieta básica sana (o Dieta de la
Pirámide Mediterránea).

Se aplicará como complemento del tratamiento manual ajustando el diseño de la dieta a cada caso. Gracias a estos ajustes conseguiremos, también, prevenir futuras lesiones, ya que se hace un diagnóstico específico de cada persona teniendo en cuenta su alimentación habitual y los requerimientos que su estilo de vida exige (edad, si es deportista o sedentario, qué intensidad deportiva realiza, el tipo de trabajo que desempeña, si es un trabajo físico o estático,...).