OSTEOPATÍA CRANEAL: ¿POR QUÉ LOS OSTEÓPATAS REALIZAMOS TRATAMIENTOS DEL CRÁNEO? (Por María José Mora)
La primera vez que vas a un osteópata y se sienta a tu cabeza, piensas “Pero, ¿qué está haciendo? Si ahí no me duele,...”. Además, las técnicas craneales, vistas desde fuera, parecen estáticas, no parece que el fisioterapeuta esté haciendo nada.
Pues bien, el cráneo es una de las estructuras más importantes de nuestro cuerpo porque protege a la parte principal de nuestro organismo, el cerebro: el sistema nervioso que controla todos los movimientos, voluntarios e involuntarios, todas nuestras funciones básicas están albergadas en él. Y el cráneo puede ser considerado como un “casco” pero con una importante diferencia: se mueve. Está conformado por huesos planos que están unidos entre sí por articulaciones que tienen movimiento, no entendido como el movimiento que realizamos con un brazo o una pierna, sino micromovimientos imprescindibles para cumplir varias funciones:
- Protección: al recibir un golpe en la cabeza, nuestros huesos craneales se mueven adaptándose al impacto y absorbiendo las fuerzas que provoca el mismo, protegiendo al cerebro del golpe. Si no existieran estos pequeños movimientos y actuara como un verdadero casco, las fuerzas del impacto se transmitirían tal cual al cerebro provocando daños en él y sería una estructura frágil que podría romperse con facilidad si el golpe es muy fuerte, porque perdería la capacidad de absorción de fuerzas que tiene por su disposición.
- Circulación: Los movimientos craneales son fundamentales para la circulación intracraneal, tanto sanguínea como del líquido cefalorraquídeo (es el líquido que rodea a todas las estructuras del sistema nervioso que protege y nutre a nuestro cerebro, médula y nervios).
Los micromovimientos favorecen la circulación de estos líquidos, actuando como una especie de bomba (igual que cuando un médico te pauta ejercicios cuando presentas un problema circulatorio en piernas o cuando viajas muchas horas para evitar el síndrome de la clase turista) que mueve esos líquidos intracraneales y los distribuye de manera correcta. En el tratamiento craneal, el osteópata estudia los movimientos que están restringidos mediante algunos test específicos, valorando todas las estructuras que pueden estar afectadas.

El tratamiento del cráneo es fundamental por varias razones:
- Como ya he dicho, contiene todas las estructuras fundamentales que controlan nuestras actividades voluntarias e involuntarias y podemos actuar sobre ciertos elementos que nos ayudan a mejorar muchas patologías.
- Actuamos sobre los agujeros de salida de los nervios craneales, favoreciendo su “liberación” (como podría pasar en los pinzamientos de la columna que afectan a nervios distales: ciáticas, neuralgia cervicobraquial,...). Estos nervios controlan funciones tan importantes como la deglución, el habla, la digestión, la respiración, etc.
- Actuamos sobre las estructuras que rodean o están en relación con algunas glándulas intracraneales, favoreciendo su función excretora (por ejemplo, la hipófisis, que interviene en el control de la tiroides o de las hormonas sexuales).
- Favorecemos el movimiento para mejorar la circulación intracraneal, que se ve muy afectada en las migrañas, cefaleas, mareos, vértigos,... muchas veces ocasionados por déficit de llegada del riego sanguíneo o por déficit en el drenaje del mismo.
Por lo tanto, el tratamiento craneal se convierte en una parte fundamental de nuestro tratamiento como osteópatas, además de aplicarse mediante técnicas que el paciente percibe como muy agradables, favoreciendo la sensación de relajación durante y después de la sesión.